Absurdo, ¿y yo qué?
Todas las ciudades tienen sus enclaves especiales. Allí donde se ve el mejor atardecer, se produce la mejor sombra, o según afirman los que saben, tomaba café aquel insigne escritor. En Salamanca uno de los más singulares es la cueva, esa doble puerta por la que se pasaba de un lado a otro de la realidad. Y donde este verano, se pondrá en marcha un nuevo espectáculo: “La magia de Salamanca”. Una mirada sorprendente acerca de lo sorprendente; un modo de recuperar la infancia, la capacidad de asombro, las gafas para ver más allá, los juegos misteriosos y un poco de alegría, que buen falta hace.