El Palacio de Monterrey es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil del renacimiento español y máximo exponente del Plateresco. Ha servido de ejemplo para otros estilos arquitectónicos como el neoplateresco o el “estilo Monterrey”, y de inspiración para otros edificios como la Academia de Caballería de Valladolid, el actual Museo Arqueológico de Sevilla o el Palacio de la Diputación de Palencia.
Fue levantado por voluntad de don Alonso de Acevedo y Zúñiga (1495-1559), III conde de Monterrey, noble de ilustre linaje de origen gallego con importantes recursos, que estuvo vinculado a la ciudad salmantina, donde poseía algunas casas e inmuebles.
El Palacio de Monterrey es el único palacio de Salamanca que alberga en su interior una casa real, vivida y en uso en la actualidad.