El paseo por el centro histórico de Salamanca se pude completar con la visita a los diferentes barrios que lo rodean, que gozan también de un gran atractivo.
Barrio del Oeste: Un lugar de actividad, arte y participación. Cuenta con una ruta de arte urbano: La Galería Urbana, que ha convertido al Barrio del Oeste en una pinacoteca abierta las 24 horas del día, todos los días del año. Este barrio cuenta con 504 puertas de garaje, las cuales desde la primavera de 2013 han sido intervenidas artísticamente más de 100, permitiendo que se muestre y demuestre el trabajo de jóvenes artistas. ¡No dejes de darte un paseo por la Galería Urbana del Barrio del Oeste! El barrio cuenta también con varios edificios racionalistas.
Barrio de San Cristóbal-Las Claras: En torno a la vía urbana de la Gran Vía encontramos otra interesante ruta con parada en el Convento de las Claras, la iglesia de Sancti Espíritus, Iglesia de San Cristóbal, Plaza de San Román, Iglesia de Santo Tomás Cantuariense y Colegio de Calatrava.
Barrio de San Vicente: En él se asentaron los primeros pobladores de la ciudad y hoy en día se puede visitar el yacimiento arqueológico que conserva importantes restos de la edad de Hierro. Su situación elevada permite obtener unas fabulosas vistas de las torres de la ciudad. Sus edificios y calles fueron testigos de batallas durante la Guerra de la Independencia.
El río Tormes, los huertos y jardines. Salamanca es más verde de lo que parece, tiene parques, jardines y huertos en el interior de conventos, iglesias y palacios. Espacios de la naturaleza que se pueden descubrir a través de diferentes visitas guiadas con las que observar la flora y la fauna y conseguir la integración del río en la vida de la ciudad.
Pocos personajes resumen tan bien el “espíritu” castellano, como Santa Teresa. Es paisaje y trascendencia. Es tierra y cielo, pensamiento y acción, buen ánimo y sensibilidad. Radicalmente local y universal, refleja lo mejor de nosotros.
Salamanca es una ciudad teresiana por varias razones:
Salamanca era en el XVI, el centro de mundo. Por un lado, la Universidad y su ansia de saber; por otro, la Escuela de Teología de Salamanca –los dominicos de San Esteban-, con una nueva visión del mundo y los hombres.
En la Universidad ejercía su magisterio Fray Luis de León, quien se convirtió muy pronto en su editor.
Además, aquí, Santa Teresa llevó a cabo la séptima fundación y comenzó a escribir el libro de las Fundaciones, su proyecto espiritual y reformador.
En el año 1922, con la presencia del vicerrector Don Miguel de Unamuno, la Universidad le concedió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad, el primero para una mujer.
El brillo de esta ciudad dorada y azul, es también el de Teresa.
Santa Teresa llegó a Salamanca en el año 1570, donde crea su séptima fundación. Son numerosas las Huellas que de su vida y obra durante este tiempo puedes descubrir en esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
A una Santa tan andariega, enamorada de un Dios que la hace caminar, como ella misma dice, le corresponde una RUTA. Una RUTA que ofrezca el conocimiento de escenarios y situaciones en las que vivió y también un poco de su valentía y elevación espiritual, provisiones fundamentales para tiempos difíciles. Salamanca, a través de dos rutas, nos acerca a la figura de esta fascinante mujer.
LUGARES TERESIANOS
Casa de Santa Teresa, en la calle Crespo Rascón. El 31 de octubre de 1570 llega a esta casa, testigo de su faceta como mujer emprendedora. En este edificio de la familia Ovalle tuvo lugar la noche de las ánimas. El que fuera convento carmelitano durante cuatro años pertenece en la actualidad a las Siervas de San José y pasará a la historia como el lugar inspirador del “vivo sin vivir en mí”.
Universidad Pontificia. Fueron los jesuitas, en concreto el Padre Álvarez, quienes animaron a Teresa a visitar Salamanca, ciudad universitaria, y a iniciar aquí una nueva fundación. Ellos le encargaron la redacción del Libro de las Fundaciones.
Universidad de Salamanca. En 1922, siendo vicerrector Don Miguel de Unamuno, la Universidad le concedió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad. El primer reconocimiento otorgado por la Universidad a una mujer por su calidad literaria, su espiritualidad y los valores reformistas.
La relación de Santa Teresa y la Universidad está ligada a la figura de fray Luís de León, San Juan de la Cruz y el propio don Miguel de Unamuno.
Catedral de Salamanca. Del conjunto de las capillas de la iglesia nueva de la Catedral de Salamanca, destaca la dedicada a Santa Teresa de Jesús.
Convento de San Esteban. Los padres dominicos prestaron ayuda a Santa Teresa de Jesús durante su estancia en Salamanca, prueba de esta vinculación es el confesionario al que acudía la Santa en busca de consejo. Este confesionario puede visitarse en el interior del convento.
Palacio de Monterrey. Santa Teresa mantuvo una estrecha relación con la Casa de Alba, especialmente con la esposa del III duque, doña María Enríquez, a quien le unió una gran amistad.
El Palacio de Monterrey alberga una sala donde podemos contemplar diferentes piezas relacionadas con la santa y su vinculación con la Casa de Alba.
Por último en la Plaza Mayor podemos contemplar el medallón dedicado a su figura, situado en el Pabellón de Petrineros. Junto a su imagen, están los medallones de Fray Luis de León o Miguel de Unamuno.
Si bien, hay muchas ciudades en su recorrido vital, tres son fundamentales: Ávila, su nacimiento en todos los sentidos, Salamanca, la madurez y Alba de Tormes, el refugio y muerte. O mejor dicho, el inicio de otra etapa del camino.
Cada una de ellas, con su personalidad, desvela una visión particular de la santa, son fragmentos para un collage donde “el todo” es siempre mucho más que la suma de las partes.
Te invitamos a conocer esta ruta a través de estas imágenes:
Los hilos visibles e invisibles que ligan Salamanca con Iberoamérica son casi infinitos. Salamanca ha sido y es referente para los territorios de ultramar, e Iberoámerica ha estado presente en nuestro imaginario, como el espejo que nos devuelve nuestros mejores sueños, cuando nuestra ciudad alumbró un mundo nuevo.
Salamanca es una ciudad jacobea singular, con estilo propio, y lo es por varias razones. Comparte el espíritu de Cluny, del romanismo que trajo Raimundo de Borgoña con la repoblación y que está presente en la Catedral y en las pequeñas iglesias. Respira la atmósfera del camino mozárabe, el del sur, la Vía de la Plata, por la que dicen llegó el cuerpo del apóstol Santiago a Compostela y la que utilizó Almanzor para llevarse las campanas de Santiago a Sevilla. Pero, y sobre todo, porque durante el Renacimiento, cuando el Camino entró en crisis y a través de los Fonsecas, nobles salmantinos y arzobispos de Santiago, ambas ciudades establecieron una relación singular, un diálogo entre el granito y la piedra de Villamayor, entre el humanismo y el universo jacobeo.
Cuando uno decide visitar Salamanca debe venir ya dispuesto de ánimo para disfrutar y para sorprenderse. Nosotros estamos convencidos de que volveréis y con esa idea trabajamos y elaboramos esta “hoja de ruta”.
Salamanca es Patrimonio de la Humanidad, por lo que hay multitud de rincones y edificios históricos, todos ellos están concentrados en el centro histórico, por lo que la visita se debe realizar a pie.