El valle de la perpetua felicidad
¿Quién no ha oído alguna vez la expresión “estar en las Batuecas” como sinónimo de despiste o distracción?
Las Batuecas es un valle mágico, situado al sur de la provincia salmantina, muy cerca de La Alberca. Su orografía intrincada, rodeado de las cumbres de la Sierra de Francia, lo convirtió en refugio de la fauna local y de algunos eremitas. Incluso el propio Lope de Vega se refirió a él como “perpetuo lugar de felicidad”.
En el centro del valle se encuentra el monasterio carmelita del Desierto de San José; fundado a finales del siglo XVI, ha sido restaurado recientemente. Cuenta con hospedería para quienes buscan periodos de recogimiento o serenidad.
Se puede dejar el vehículo en el aparcamiento existente, a unos 500 metros del convento. Tras cruzar las cristalinas aguas del río Batuecas, una pasarela accesible lleva al monasterio y remonta el curso del río hasta alcanzar las fascinantes pinturas rupestres, conservadas en diversos paneles y "canchales".